![]() |
Ricardo Zavala Santiago |
Soy una persona que a pesar de tener una discapacidad psíquica, he conseguido realizar muchas de las cosas que me he ido proponiendo a lo largo de la vida. Por supuesto me he encontrado con dificultades que, gracias a la ayuda de personas que siempre he tenido cerca, he superado. Uno de esos retos fue ser Monitor de Ocio y Tiempo Libre.
Todo empezó hace muchos años, en una época de mi vida que necesitaba hacer cosas nuevas, conocer personas nuevas y sobre todo demostrarme a mi mismo que soy capaz de hacer cosas. Por circunstancias de la vida, encontré una empresa que realizaba y realiza cursos de Monitores de Ocio y Tiempo Libre. Desde el principio la idea me pareció atractiva, así que aconsejado por una persona cercana, la idea pasó a ser un objetivo. Me acuerdo cuando lo comenté en casa. Mis padres me animaban cómo han hecho siempre a lo largo de mi vida, a la vez que intentaban que fuese realista y consciente de mis capacidades. Por supuesto, mi ilusión pudo al realismo, como es costumbre.
Primera dificultad. Algunos responsables de la escuela, no creían que fuese un curso apropiado para una persona como yo. Después de pensar un rato a qué se referían con eso de una “persona como yo” y descubrir que posiblemente no fuese por el color de mi pelo, entendí que la ilusión y las ganas de mejorar no son suficientes cuando nos encontramos con gente que te encadenan a la realidad de los tópicos y las etiquetas. Ni siquiera podía demostrar mi valía, a pesar de cumplir todos los requisitos para poder acceder al curso. No les gustaran los morenos, digo yo.
Cuando casi tenía asumido que lo de ser Monitor no era tan buena idea, me volví a encontrar con esa persona cercana. Le conté lo ocurrido. Lo siguiente que sé, es que allí estaba yo, empezando el curso de Monitores de Ocio y Tiempo Libre.
Los quince sábados siguientes sin importar si llovía, nevara, tuviera sueño (soy un poco perezoso), asistí a cada uno de los módulos con mis compañeros. Tengo que reconocer que a veces me enteraba más que otras, otras me aburría, me divertía, pero siempre sentía la satisfacción de estar realizando y demostrando que, algunas veces la ilusión si es más fuerte que esas personas que hablan de realismo cómo si viviesen en un mundo paralelo al tuyo. Personas que sentía que me vigilaban, supongo para poder decir la frase que más les gusta: “Ya lo sabía yo”.
Así que ayudado con mis amigos, de esos que también son morenos, o rubios o castaños, conseguí realizar la parte teórica, proyecto y memorias incluidas, y eso que esto era otro gran reto.
Y claro, después de la parte teórica, llega la parte práctica. La verdad es que no sabes lo que has aprendido hasta que lo tienes que poner en práctica. Cada sábado acudía a ARSIDO (Asociación Riojana Síndrome Down). Me brindaron la oportunidad y la aproveche al máximo. Cómo decía, cada sábado hacía de monitor con chavales de la asociación. Visitábamos exposiciones, íbamos a merendar, paseábamos, veíamos películas, etc. Hoy en día sigo de voluntario, acudiendo a las actividades dos sábados al mes en los que no sólo pongo a prueba mi capacidad cómo monitor, si no también cómo persona, amigo, o simplemente acompañante.
Realmente fue más que una experiencia. Siento que crecí cómo persona a la vez que las barreras que me rodeaban se hacían más pequeñas.
Por último, sólo animar a todas las personas que estén interesadas a realizar el curso de Monitores de Ocio y Tiempo Libre, que lo hagan con Alarca, vale la pena, y estoy seguro que ellos no se preocupan de si sois morenos, castaños o rubios.
Y ya sí que si por último. Mandar un fuerte abrazo a mis padres, esas personas que nunca me han quitado la ilusión y siempre han estado muy cerca por si les necesitaba.
Ricardo Zavala Santiago.
Monitor de Ocio y Tiempo Libre.
Interesantísimo artículo que relata un ejemplo muy claro de superación. Que suerte tienes Ricardo de tener una red social cómo la que parece que dispones...
ResponderEliminarUn abrazo monitor y otro para Alarca.